lunes, 17 de julio de 2017

la casa matusita

En el Perú son muchas las historias urbanas que relatan hechos que no pueden ser explicados y que escapan a la razón. La leyenda de ‘La Casa Matusita’ es justamente una de las historias que más ha cautivado y que mayor propagación ha tenido en la capital debido, tal vez, a la antigüedad del recinto. ¿Conoces la historia que se esconde detrás de esta leyenda? ¿Sabes cómo se originó? Te recomendamos leer esto en compañía pues no nos hacemos responsables si comienzas a sentir presencias extrañas a medida que vas avanzado.

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‘La Casa Matusita’ es una edificación de dos pisos de altura. Lo interesante de su historia es que al parecer los sucesos paranormales solo se registran en el segundo piso. Con el paso de los años diversos negocios han ocupado el primer piso de la mentada casa. Una entidad bancaria fue la última inquilina del primer nivel. Actualmente el recinto se encuentra en total remodelación ya que fue declara por Defensa Civil como inhabitable, obviamente no por los sucesos paranormales que supuestamente ahí se registran.
¿Has padado alguna vez por 'La Casa Matusita'?










A continuación te contaremos tres de las leyendas más famosas que giran en torno a esta popular casa ubicada en pleno corazón del Centro de Lima, exactamente entre las avenidas ‘España’ e ‘Inca Garcilaso de la Vega’.

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1. Traición en casa propia

Cuenta la historia que un hombre de posible origen japonés vivía felizmente casado con su esposa y tenían dos adorables hijos. Nada presagiaba el terrible final de esta familia ‘modelo’. Un día este señor llegó del trabajo y encontró a su esposa con otro sujeto en la cama. Al ver esa escena cogió un cuchillo y de manera salvaje asesinó a su pareja y a su amante. Preso de la ira y alterado por la situación esperó a la llegada de sus hijos para posteriormente asesinarlos con total crueldad. Ahora preso de la locura, el hombre tomó la decisión de practicarse el ‘Harakiri’ o suicidio japonés, terminando así con su vida.
2. Venganza sangrienta

Esta leyenda señala que en esta casa vivía un hombre muy perverso que constantemente maltrataba y abusaba de sus dos sirvientes. Un día el señor decide celebrar una fiesta en su casa; para la cual invitó a varios conocidos, y es ahí que los sirvientes decidieron vengarse echando un poderoso alucinógeno en las comidas y bebidas de todos los asistentes que les ocasionarían diversos trastornos mentales. Los empleados se ocultaron en la cocina hasta que el veneno hiciera efecto y salieron una vez que los gritos se calmaron. La escena que vieron era indescriptible: cuerpos mutilados, intestinos regados por toda la sala, paredes teñidas de sangre. Los empleados no soportaron lo que vieron y perdieron la razón terminando sus días en el nosocomio de la capital.
3. Maldición, hechicería y brujería

Se cuenta que la primera dueña de la casa fue una europea llamada Parvaneh Dervaspa, quien llegó a Lima en 1753. Sus vecinos la acusaron de practicar hechicería y brujería ante la Santa Inquisición, porque aseguraban que ella tenía la habilidad, a través de ritos, de curar algunas enfermedades que asolaban la capital virreinal. Después de ser torturada y martirizada por los inquisidores tuvo que confesar que su poder provenía del infierno, por lo cual fue condenada a la hoguera. La historia cuenta que Parvaneh, en plena hoguera, lanzó una maldición que recayó sobre la casa donde vivía.

A pesar de que estas historias están muy arraigadas en la creencia popular limeña, muchos escépticos consideran que estas historias se crearon por la ubicación de la casa, debido a que esta se encuentra frente a la antigua Embajada de Estados Unidos y es un punto desde el cual se podría hacer espionaje.

Cuéntanos, ¿pasarías una noche en ‘La Casa Matusita’?




Cual Es la Verdadera Historia de la Llorona

Retomando lo señalado en el párrafo anterior, mencionábamos que los aztecas ya hablaban de la Llorona como una representación metafórica de sus principales deidades. De ese modo, en algunos pasajes se le denomina como Cihuacóatl o Coatlicue.
La gente que vivía en Texcoco a inicios del siglo XVI, dijo en varias ocasiones que el alma de Cihuacóatl se aparecía por las veredas. Pronto, los chamanes de aquella época, quienes, dicho sea de paso, poseían conocimientos acerca de la astronomía aseguraban que esta clase de fantasmas, debían ser tomados en cuenta como parte de los sucesos funestos que estarían a punto de padecer los aztecas.
Cual Es la Verdadera Historia de la Llorona
Todas esas interpretaciones no dejaban al gran Moctezuma conciliar el sueño, pues dentro de él sabía que pronto la grandeza del pueblo mexicacaería ante los invasores ibéricos.
Sin embargo, otros de los sacerdotes tenían una visión opuesta acerca del surgimiento de aquella misteriosa mujer vestida de blanco, pues aseguraban que Cihuacóatl había salido de entre las aguas, no para avisarles a los aztecas que estaban perdidos, sino que se prepararan para la batalla.
Posteriormente, en el instante en el que la conquista se consumó, los clérigos españoles continuaron escuchando esas leyendas en las que se señalaba que una mujer vagaba por las noches sin rumbo fijo.
Entre los principales promotores de este tipo de historias de terror no debe dejar de señalarse a Fray Bernardino de Sahagún, pues fue él quien se encargó de acomodar los elementos de la mitología azteca en esa historia, para que todo estuviera a favor de España.
Por ejemplo, se cuenta que este hombre les dijo a los indígenas que pronto llegarían hombres de tierras lejanas que paulatinamente acabarían con la ciudad de Tenochtitlan, así como con sus gobernantes.
Lógicamente, los evangelizadores sabían que el ejército comandado por Hernán Cortés sería la pieza fundamental que consumaría la conquista de ese territorio.
Y es que no solamente fueron varias batallas las que se libraron, sino que los europeos también trajeron al nuevo continente una serie de epidemias y enfermedades que eran completamente desconocidas en este territorio y que ocasionaron que miles de personas murieran sin remedio.
Por último, la verdadera historia de la llorona, inició como un relato de espantos, cuyo propósito primordial era el de asegurar que la gente que era politeísta, se convirtiera de inmediato al catolicismo.
En la actualidad, la gente de los pueblos cree que cuando el reloj marca las 12:00 de la noche, aparece una mujer vestida totalmente de blanco, con la cara tapada por un velo sumamente delgado.
Algunos de los testigos se atreven a aseverar que ella sale invariablemente del oeste y se dirige hacia el norte, serpenteando por todas las calles de la ciudad. Unos dicen que camina, mientras otro sector asegura que flota.
No obstante, algo en lo que todos coinciden es en la serie de lamentosterroríficos que emanan de su boca. La frase más conocida de todas es aquella que dice así: ¡Ay, mis hijos!

lunes, 22 de mayo de 2017

La leyenda urbana (del inglés: urban legend) es un relato perteneciente al folclore contemporáneo; se trata de un tipo de leyenda o creencia popular, a veces emparentable con un tipo de superstición, que, pese a contener elementos sobrenaturales o inverosímiles, es presentado como hechos reales sucedidos en la actualidad. Algunas parten de hechos reales, pero estos son exagerados, distorsionados o mezclados con datos ficticios. Circulan a través del boca a boca, correo electrónico o medios de comunicación como prensa, radio, televisión o Internet. Suelen tener como trasfondo una oscura «moraleja». Una misma leyenda urbana puede llegar a tener infinidad de versiones, situadas generalmente en el entorno de aquellos que las narran y reciben. Por su adecuación a la sociedad industrial y al mundo moderno reciben el calificativo de «urbanas», que las opone a aquellas leyendas que, habiendo sido objeto de creencia en el pasado, han perdido su vigencia y se identifican con épocas pasadas. A menudo, el narrador afirma que los protagonistas de la leyenda urbana fueron conocidos o parientes de alguna persona cercana. Por este motivo, en inglés se las conoce también como FOAF (friend of a friend tales: ‘historias del amigo de un amigo’).2 Cuando una leyenda urbana alcanza a tener un cierto impacto político, social o económico relevante entonces se la considera una teoría de la conspiración. Origen El término fue acuñado en 1968 por el folclorista estadounidense Richard Dorson, quien definía la leyenda urbana como una historia moderna «que nunca ha sucedido, contada como si fuera cierta».3 También cabe mencionar a Jan Harold Brunvand, que ha contribuido decisivamente a popularizar este término entre el público en general a través de sus libros.4 Acaso la teoría más convincente sobre la etiología de este tipo de leyendas sea la del filósofo alemán Karl Hepfer en Teorías conspirativas: Una crítica filosófica de la sinrazón, quien, al preguntarse sobre el auge de las teorías conspirativas en Europa reparó en que la mayoría de ellas respondía a “modelos de interpretación de la realidad simplificados”, o intentos de regresar a un estadio anterior de nuestra cultura en el que la realidad supuestamente era sencilla de comprender, y sus actores, buenos o malos. En consecuencia, estas historias suelen tener dos caras, una incomprensible o terrorífica y otra explicativa y simplificadora que tranquiliza.5 Las historias en cuestión reciben diversas denominaciones por parte de quienes las usan y difunden. Entre los periodistas se habla de bulos, o factoides. En Internet, de hoax. En un principio, cabe distinguirlas claramente de los llamados cuentos chinos o las hipérboles desmedradas, como por ejemplo las rodomontadas o exageraciones hiperbólicas como los Hechos de Chuck Norris, género popular de la llamada literatura de corcho y de Internet emparentables con las antiguas diversiones cortesanas de los siglos XVI y XVII, fanfarronadas conscientes que buscaban divertir como juegos de salón equivalentes a las trolas o bolas o incluso las bernardinas clásicas. Se distinguen de estos géneros jocosos en que no tienen la intención cortesana de divertir o distraer. En Cuba se las conoce como «cuentos de camino» o «bolas», en Perú y en Colombia se las llama simplemente «cuentos» o «mitos». Entre los propios estudiosos, no falta quien prefiere catalogarlas como «leyendas» a secas, considerando que su función sigue siendo la propia de este género. Los restos humanos de Walt Disney están guardados en un nicho junto con los de su familia. Jamás fue criogenizado o, como se suele decir, «congelado». Esta afirmación es una de las leyendas urbanas más persistentes.